miércoles, 26 de septiembre de 2007

Ciudad y Espacio Público

El desarrollo desenfrenado de las ciudades y la poco acertada planificación de las mismas, ha llevado al menoscabo del espacio público. Antiguas y amplias áreas libres de las ciudades no fueron adecuadamente utilizadas y pensadas como espacios abiertos que se debían conservar y aún mejorar para el bien común. Por el contrario fueron y siguen siendo construidas sin considerar la importancia que tiene el espacio público para el desarrollo de las relaciones interpersonales y el esparcimiento de los habitantes de cada ciudad.

La concentración de la población mundial en los centros urbanos conlleva a una mayor densificación habitada con un claro detrimento del espacio público en las áreas urbanas.
Leamos algo de Jordi Borja:

La Ciudad y la composición del espacio público
Borja Jordi, El Espacio Público: Ciudad y Ciudadnía. Ed. Electa. Barceloana 2003

“El espacio público define la calidad de la ciudad, por que indica la calidad de vida de la gente y la calidad de vida de sus Habitantes.
¿Qué es un puente? Preguntaba el falsamente ingenuo Julio Cortázar. Y se respondía: una persona atravesando un puente. ¿Qué es una ciudad? Un lugar con mucha gente. Un espacio público abierto y protegido. Un lugar, es decir, un hecho material producto de sentido. Una concentración de puntos de encuentro. En la ciudad lo primero son las calles y las plazas, los espacios colectivos, sólo después vendrán los edificios y las vías (espacios circulatorios).

Los egipcios representaban la ciudad como un jeroglifico. El círculo representa el lugar, la comunidad de personas, la organización política, la identidad cultural. La cruz representa los flujos, el intercambio, las movilidades, las relaciones con el exterior. La síntesis de lugares y flujos se realiza en el espacio público, lugar de la cohesión social y de los intercambios.

Decir que la ciudad es la gente es ya un tópico, una expresión atribuida entre otros a Sófocles, Shakespeare y Goethe. Y en este caso gente no sólo quiere decir tamaño y densidad, es decir una concentración más o menos grande de personas, sino también diversidad, heterogeneidad, relación entre individuos y colectivos diferentes. Desde Aristóteles, que en su texto La Política defendía que la ciudad debe estar compuesta por diferentes clases de personas, que no existe la ciudad si la población se asemeja mucho. La filosofía y la sociología coinciden en enfatizar la ciudad como lugar donde se concentran y conviven las diferencias de origen, de aptitudes, de actividades... admitiendo también que esta diversidad favorece lo imprevisible, introduce desorden y hace más posible la innovación.

Para Habermas, la ciudad es sobre todo el espacio público donde el poder se hace visible, donde la ciudad se fotografía, donde el simbolismo colectivo se materializa. La ciudad es un escenario, un espacio público que en cuanto más abierto esté a todos, más expresará la democratización política y social. En consecuencia tanto Habermas como Sennet llaman la atención sobre las dinámicas privatizadoras del espacio urbano como una negación de la ciudadanía que supone el reconocimiento de los ciudadanos como sujetos activos e iguales de la comunidad política, a los que se reconoce el derecho y la posibilidad real de acceder a la diversidad de ofertas urbanas.

La diversidad hace posible el intercambio y tiene como condición que haya un mínimo de pautas comunes- de civismo- que posibilitan la convivencia. Los dos elementos citados, el intercambio o la ciudad como mercado de productos, servicios e ideas, y el civismo o las pautas culturales comunes se expresan y necesitan el espacio público. Sin excluir la transgresión sin la cual no hay apertura al cambio.

La ciudad es entonces urbs, concentración de población, y civitas, cultura, comunidad y cohesión. Pero es también polis, lugar de poder, de la política como organización y representación de la sociedad, donde se expresan los grupos de poder, los dominados, los marginados y los conflictos. El espacio público, como dice Pietro Barcellona, es también donde la sociedad desigual y contradictoria puede expresar sus conflictos. La expresión del conflicto permite sentirse ciudadano, como decía el manifestante de Paris citado y la ciudad como espacio público no es solamente representación, es también escenario del cambio político.”

Diseño de la Ciudad


De Frederick Gibberd, TOWN DESIGN, F.A. Praeger, New York 1959

Como expresión física, la ciudad es algo visible. Estando el sentido de la vista relacionado con el sentido de la estética, lo que vemos en ella debe ser estéticamente atrayente. Una ciudad debe funcionar y ser económicamente viable, pero igualmente debe ser agradable a quienes la ven y la viven; las soluciones técnicas a sus problemas de funcionamiento deben tener sentido estético.

Cuando se dice que una ciudad debe ser atrayente no se hace solo referencia a que debe tener buenos parques y edificios elegantes; es todo su ambiente. El diseño se enfoca en la ciudad para que sea agradable para quienes la viven. Hasta los más insignificantes detalles deben ser atractivos. Cada uno de éstos debe funcionar correctamente y ser estéticamente satisfactorio (construcciones, lámparas, pavimentos, árboles, elementos de amoblamiento urbano, etc.).

Si examinamos una típica escena urbana, vemos todo tipo de objetos como edificios, postes de iluminación, pisos y pavimentos, árboles, etc.; todos ellos, junto con los demás elementos que encontramos en la escena urbana, son lo que podríamos llamar las “materias primas” del diseño urbano. Cada uno de estos, aún el menos importante, deben funcionar correctamente y ser estéticamente satisfactorios.

Más aún, cuando estas materias primas se relacionan entre sí, se debe obtener una serie de composiciones satisfactorias. La combinación de estas crea una nueva expresión: la escena urbana. Cuando sembramos un árbol frente a un edificio y le damos un tratamiento de piso entre estos, obtendremos algo más que la sumatoria de los elementos mismos. A más B más C no es igual a ABC; es igual a X, un nuevo elemento, una nueva escena. Esta escena, esta imagen urbana no es arquitectura ni ingeniería; es una composición urbana por sí misma. El propósito del diseño urbano es que esta composición no solo funcione adecuadamente sino que sea atractiva.

El diseño urbano como entendemos el término, no es de ninguna manera lo mismo que planificación urbana. Por una parte, hay muchas personas que se ocupan de planificación urbana que no son diseñadores urbanos, así como muchos diseñadores urbanos saben poco de planificación urbana. Las etapas básicas de la planificación urbana (investigación, planeación, implementación), comprenden la actividad profesional de muchos especialistas, quienes, aunque comprometidos con esta planificación, no requieren ni se les exige ningún tipo de sensibilidad estética.

Es a partir de este momento, cuando alguien debe mostrar cómo se tienen que organizar estas materias primas en cuanto a forma, color y texturas, el momento en el cual se inicia el diseño urbano.

El ambiente urbano es tan complejo que, en primer lugar, el diseño de una ciudad se debe expresar simbólicamente en la forma de un plano en dos dimensiones en pequeña escala: el plano de la ciudad. El diseño en dos dimensiones es entonces el inicio del diseño urbano y el fin de la planificación urbana.

Elementos de la Escena Urbana

El diseño urbano incluye el diseño de objetos en la ciudad, tales como edificios o postes para iluminación pública y el arquitecto o el diseñador industrial son diseñadores urbanos. De hecho lo son, ya que un edificio antiestético o un poste de iluminación deslucido pueden arruinar el paisaje aunque estén bien relacionados con otros objetos. La característica esencial del diseño urbano es la combinación de diferentes objetos en un nuevo diseño; el diseñador debe considerar no solo el diseño del objeto mismo, sino su correlación con otros.

La correlación de los elementos que componen el diseño urbano no es tenida siempre en cuenta, con la consecuencia que existe una amplia brecha en el diseño urbano, entre la planificación urbana y el diseño del objeto como tal. La arquitectura, por ejemplo, ha tendido a alejarse del diseño urbano y se ha encerrado en sí misma; el arquitecto ve su edificio como una composición abstracta cuya existencia es independiente de sus alrededores.

Mientras una buena arquitectura es fundamental para crear una escena urbana satisfactoria, el arquitecto debe ser consciente que las formas de sus edificios afectan las formas adyacentes.

Diseño de vías

Lo mismo ocurre con el diseño de vías. El sistema vial de la ciudad genera uno de los entramados del esquema urbano. La primera etapa en el diseño urbano es la planificación de las vías, luego de lo cual los demás técnicos pueden desarrollar sus tareas. Ninguna ciudad con un sistema vial deficiente funciona satisfactoriamente, pero ningún sistema vial, no obstante sus características técnicas, puede lograr una buena ciudad a menos que sea considerado en términos de las demás artes y técnicas y que del mismo modo, sea estéticamente agradable.

Por lo tanto, el esquema de las vías urbanas determina, entre otras cosas, las formas de los espacios edificables, y no puede ser diseñado sin estudiar su efecto en las composiciones arquitectónicas. Un ineficiente esquema de vías origina formas distorsionadas en las áreas edificables y aunque esto es un ejemplo de pre planeación, estas formas se repetirían indefinidamente si los planes de desarrollo vial se llevasen a cabo dominados por la ingeniería de vías únicamente.

La arquitectura se ha ido alejando del diseño urbano y la ingeniería vial la ha ido sustituyendo. En cuanto al diseño paisajístico, éste difícilmente se ha ido afianzando. Y, sin embargo, el primer paso en el diseño urbano es establecer una relación satisfactoria entre la forma del terreno y los edificios que se construirán en el mismo; y en el desarrollo del detalle, es al diseño del paisajismo al cual debemos recurrir para proporcionar contraste con los grupos de construcciones, no solo como áreas pasivas de belleza natural sino como elementos activos de diseño – la escena depende también del agua y los árboles.